viernes, 1 de junio de 2012

La mala costumbre de abandonar

En 1997 me negué rotundamente a ir al cine a ver la película Titanic, estuvo en cartelera como tres meses mínimo, pero al final la terminé viendo en televisión por cable. No es una cuestión de que fuese mala película porque no lo es, pero simplemente no quería verla.
Al ver la calidad de película que es puedo recordar escenas muy buenas, que según he leído son parte de la historia, como los músicos tocando hasta el final, y el capitán no abandonando la nave. Esa escena donde el temperamento flemático del capitán le lleva a estar con cierta calma aceptando su cruel destino y hundirse junto con el barco.
Pude comprender mejor ese sentimiento cuando el negocio de mi familia enfrentó crisis serias y que no vale la pena detallar, pero entendí a mi papá y sus frases de luchar hasta el final, y obvio mucha gente al ver un poco de crisis abandonaron la nave, a lo que él agregó, cuando un barco se hunde los primeros que abandonan son las ratas.
Y es que abandonar es una mala costumbre humana, reitero que mi familia nuclear sufrió abandono, cuando la economía flaqueó muchas amistades nos abandonaron. Y en muchos otros casos, los amigos (que en realidad no lo son o eran) abandonan cuando ya no hay dinero, o cuando la popularidad desciende.
Conozco gente que ha pasado por problemas graves de salud, o de acusaciones injustas, y es del árbol caído que todos hacen leña, las personas sin Dios no sólo abandona sino que en determinadas ocasiones se quedan cerca solo para acusar, cuestionar y decir con un tono irónico “yo lo dije” o “yo sabía que te iba a ir mal”.
Quizá sea un error generalizar, pero la mayoría de personas tienen la mala costumbre de abandonar aún en las familias y aun en la iglesia, porqué no lo sé con precisión, a veces son celos, mal enfoque de vida, cuestiones personales, problemas serios y espirituales, pero cualquiera sea el caso, siempre ocurre.
Ahora en la vida he aprendido algo que me sostiene, y sé que es parte de lo que sostiene a la iglesia, en la palabra de Dios está claro que Él no abandona. Si leemos Nehemías 9 el titular dice que Esdras confiesa los pecados de Israel, y si lo leemos a profundidad descubriremos grandes cosas.
En el versículo dos dice un par de aspectos relevantes, primero que se apartaron de los extranjeros, o sea el apartarse es señal de santidad, la iglesia santa no es la que viste de falda larga y con velo, o con saco y corbata y pelo corto, es la separada para el señor, el segundo aspecto fue el inicio de la confesión de pecados, es algo que como iglesia hoy en día debemos hacer.
El versículo tres revela más porque todo esto es tan relevante como dije, se leyó la ley de aquel tiempo. Es vital para la iglesia leer la Biblia, luego de nuevo una confesión y comenzó un tiempo de adoración. Aclaro que no trato de establecer un orden de culto, es simplemente una narración de lo que ocurría en aquel tiempo, y que hoy en día podemos identificar elementos claves para la vida de iglesia no un orden religioso en que deban hacerse, pero los puntos mencionados no deben fallar.
En los versículos 5 al 15 se narra la grandeza de Dios como parte de esa adoración antes mencionada, una grandeza desde sus obras con Abraham hasta las maravillas en el éxodo, pero entre el 16 y 18 de nuevo se mencionan los pecados de soberbia, dureza, murmuración e idolatría en que cayó Israel.
Si lo vemos como narrativa diríamos que el autor está en un sube baja, estamos en santidad =D, confesamos pecados =(, leemos la palabra =D, confesamos pecados =(, adoramos =’), confesamos pecados =(. Al final de todo esto concluyo que una muestra de la incapacidad humana, hay tiempos de santidad, de lectura y de adoración, pero producto de nuestra imperfección pecaremos y tenemos que recurrir a la confesión siempre.
Pero lo mejor está por venir, el versículo 19 dice, que por su misericordia DIOS NO LOS ABANDONO EN EL DESIERTO, El más que nadie sabe que hemos pecado, que hemos fallado, tenemos problemas de carácter, no nos concentramos, etc. Y podemos estar muy mal, pero Dios no nos abandonará, ni en el desierto, ni en la abundancia ,ni nunca.
Después el pasaje sigue, y cuenta otros pecados y rebeliones de Israel, y reitera en el versículo 31 queda claro que Dios es fiel y misericordioso, al final de este discurso en el verso 38 en respuesta a la fidelidad de Dios el pueblo hace un pacto de fidelidad.
Creo que el pasaje es muy profundo y tiene material para hacer un libro o dos, pero sin duda el mensaje es que Dios no nos abandona, el no tiene esa mala costumbre, el permanece fiel  2ª de Timoteo 2:13 lo recalca “Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.”
Dios es tan fiel que si el no fuese fiel sería una negación, el reto a la iglesia es que hacemos, solo termino meditando con una idea, seamos fieles y dejemos la mala costumbre de abandonar.