martes, 13 de mayo de 2014

Una nueva generación: La tercera de cuatro cosas que decir sobre Juan 3.

Se que el título suena muy Pepsi, pero no se trata de nada de eso (quería aclararlo). También el grupo de teatro de Él Cenáculo se llama nueva generación.
Existe algo que las generaciones no entienden y es que las nuevas generaciones traen responsabilidades y oportunidades que hay que dejarles ser.

En las mismas congregaciones vemos a veces que una adolescente brillante y radiante a sus 16 o 17 años se vista conforme a su edad y se congregue, aunque lo siguiente que vemos a su mamá vistiéndose de manera similar a su hija lo cual claramente no se ve bien, he aquí un ejemplo de no entender en que parte de la generación se encuentra, el tiempo de ser adolescente ya pasó en el caso de la señora que recién describí.

y así son muchos los casos que vemos de adultos queriendo ser jóvenes cuando su propia generación ya maduró (o debió hacerlo) y es donde vemos que cuesta pasar la estafeta, lo podemos ver en política, hay partidos políticos en latino América cuyos líderes y candidatos de siempre tienen mas fotos en las papeletas que han salido que en un álbum familiar gigantesco. No pasan la estafeta, sólo siguen y siguen los mismos.

Y pues perder 4 elecciones seguidas, o verse mal vestido son los errores más elementales o menos dañinos cuando los comparamos que una generación lista y ansiosa por tomar su rol correspondiente simplemente no lo hace, porque los mayores no los dejan o incluso esta misma nueva generación no madura y no asume su rol, esperando que todo se los dejen en bandeja. Es como que la generación anterior no entrega y la nueva no asume, es una situación que debe cambiar.

Alguien debe estarse preguntando si algún día llegaré a un punto bíblico, y si, podemos leer en la Biblia que Dios es un Dios de generaciones, se presenta como el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, habla de tres generaciones, donde cada uno tuvo su relación con el Señor y cada uno pasó la información del pacto patriarcal a la otra.

En la misma palabra vemos como se pasa la estafeta de generación a generación, no sólo de padre a hijo (que fue lo más común), sino también de ministros a ministros como de Moisés a Josué, Elías a Eliseo y la que veremos como la tercera parte de Juan 3.

solo quiero hacer un paréntesis, analiza un poco el cambio generacional mas fuerte de la Biblia, hay un silencio de casi 400 años entre el antiguo y nuevo testamento, pero lee los dos versos finales de todo el AT,  he aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición. Malaquías 4:5 y 6.

Cierra todo un pacto, un testamento, una historia y varias dispensaciones con el hecho de enviar un profeta y de volver el corazón de los padres a los hijos y viceversa, ambas cosas son el principio del nuevo testamento. La siguiente vez que Dios habló fue cuando el ángel le dice a Zacarías que tendría un hijo al que llamaría Juan y lo conocemos como el Bautista.

Este Juan (Elías) haría volver el corazón de los padres a los hijos, te has preguntado como fue eso, si el joven Juan al igual que su primo no tuvo descendencia, murió a los 33 años y aparentemente no vimos nada de lo profetizado al final de Malaquías.

Pero de lo que habla Malaquías al relacionar Padres e Hijos, habla de generaciones, Juan demostraría como es la clave de una generación a otra, Elías no le dejó su manto a Eliseo, pero el mantó cayó despues del maravilloso rapto de Elías en un carro de fuego, y Eliseo tuvo el doble poder que su antecesor, pero no se menciona mucho más de Eliseo, siempre fue Elías el máximo representante de los profetas, porque el si dejo una nueva generación de profeta, Eliseo maldijo a su futuro sucesor y adquirió la lepra del comandante Sirio Naaman, y por eso Eliseo murió y sus huesos quedaron ungidos, pero no hubo una nueva generación.

Juan sabía que debía preparar el camino a una nueva generación, y no sólo lo dice Malaquías, Juan lo entendió sino que lo explicó en Juan 3:22-30 (leelo por favor) Donde dice yo no soy el Cristo, es necesario que yo mengue y el crezca, obviamente esto tiene el sentido literal que cada uno debe dejar su Yo y permitir que Cristo tome el gobierno de nuestra vida.

Pero a su vez Juan literalmente estaba disminuyendo su ministerio, cerrando su etapa, aunque era el predicador del momento, aunque en su currículo ministerial pudo decir yo bauticé al Hijo de Dios, el sabía que debía menguar, y que el ministerio de Jesús (La Nueva Generación) tendría lugar y era su tiempo de brillar.

De eso se trata cuando dejamos que Dios crezca en nosotros, entendemos bien nuestro lugar en el reino, y sabemos todas las labores en el cuerpo, y también entendemos las etapas generacionales, una nueva generación debe estar entrando a servir en nuestra congregación hoy, y seguramente serán mejores predicadores y músicos que nosotros, pero son hijos que necesitan padres.

Es mi oración Dios que todos mengüemos y te demos el lugar de privilegio que mereces, también que mengüemos y permitamos las diversas generaciones en el cuerpo hagan su rol y te den gloria y honra con lo mejor de sus vidas cada día, Señor oro porque todos hagamos iglesia como es tu voluntad, Amen.