En mi mente corren tres anécdotas con las cuales podría relacionar este tema, por tanto saldrá un híbrido extraño a continuación.
Cierto día de la semana pasada me reuní con mi amigo Pablo Hernández, una gran persona con quien Dios me ha permitido compartir tantas veces y he aprendido tanto de él y junto a él, que fue agradable conversar dos horas (aparentemente estamos desocupados pero no es así) en una repostería cercana a la iglesia.
Entre bromas nuevas y clásicas (entiéndanme son 20 años de conocernos) surgen temas tan interesantes como el de la visión de la iglesia, la palabra visión está ligada a la función corporal de ver, a uno de los cinco sentidos, situación que me recuerda que las personas que miran mejor es porque su vista es 20/20.
No soy médico pero al documentarme, en revistas y en la web entiendo, que alguien que mira 20/20 es que a 20 pies de distancia observa como las cosas están a 20 pies de distancia, alguien con problemas de la vista puede ser 20/80, quiere decir que a 20 pies de distancia mira las cosas como si estuvieran a 80 pies de distancia, o sea que mira poco.
Recuerdo tantas veces ir caminando con amigos y decirles "mirá la tienda es por aquel rótulo", y ellos reclamaban diciendo que no miraban las letras que yo argumentaba ver, o sea yo tenía mejor vista que ellos (donde si me ganan todos es en el olfato), esta pequeña explicación ayuda a entender el nombre del grupo argentino 20/20, que tiene que ver con una visión clara respecto a Dios.
Volviendo a la idea de visión de iglesia que conversábamos con Pablo, es importante que esta sea 20/20, que veamos las cosas claras y así podemos caminar hacia los logros de parte de Dios para nosotros, repito PARA NOSOTROS, la visión de la iglesia es una, pero es para un cuerpo formado por varios miembros.
La palabra de Dios en 2ª Pedro 1, dice: 5 vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 6 al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; 7 a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.8 Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 9 Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. 10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.
Si leen con detenimiento de nuevo los cinco versículos extraídos de la versión reina Valera de 1960, se darán cuenta de lo profundo que puede ser esto, además resalté la palabra diligencia, porque cuanto nos falta ser diligentes como Iglesia, nos hemos quedado sin visión en parte por no hacer lo que tenemos que hacer, el primer llamado para tener visión es ser diligentes.
Luego resalté los elementos prácticos y claves de una visión de iglesia, y cada uno es un ingrediente de una receta que genera una comida sabrosa y motivadora (como dijo una hermana hoy en la clase de escuela dominical que impartí). Ahora el versículo 8 narra el gran problema cuando la iglesia no tiene visión, se tiende a estar ocioso y sin fruto.
Es bueno meditar, si no hemos predicado el evangelio (de cualquier manera haciendo o hablando) y no hemos colaborado en el discipulado o edificación de algún hermano, estamos ociosos y no estamos dando frutos, o sea no tenemos visión de iglesia, por eso dice el 9 que el que no tiene estas cosas está CIEGO, no mira, no tiene visión.
La palabra es clara, debemos ejercitar la visión de iglesia, nuestra vida estará en armonía perfecta con Dios si la visión de iglesia forma parte de nuestra vida, claro hay asuntos más específicos de visiones personales, que pueden ser tema de futuras publicaciones, pero si no conocemos la visión de iglesia, es muy difícil dejar huella en este mundo.
Ahora si somos firmes en la visión eclesial de Dios, entonces no caeremos jamás, si esa idea no te motiva a hacer algo por las almas hoy mismo, no tengo idea de que otra cosa lo hará, saber que la piedad, el amor de Dios nos llevan a no caer, es más que suficiente razón y sabes que en el proceso disfrutas mucho, el saber que ejecutamos la música que Dios quiere oír se siente fenomenal, cuando no lo hacemos somos ociosos.
Aquella platica de dos amigos frente a un par de postres, acabó motivando una clase de escuela domincal y una publicaciónd de mi blog. Recomiendo que hagamos iglesia hoy, es genial poderlo hacer, y si lo hacemos con una visión 20/20 es mucho mejor, probemos y te doy la seguridad que te gustará. Dios te bendiga.