En esta ocasión, no me refiero a la iglesia como el grupo de llamados que seguimos a Cristo, sino a las reuniones de congregaciones a lo que comúnmente le decimos ir a la “iglesia”.
Me gustan los deportes en general, me parece que es uno de los medios de diversión más interesantes que tenemos los humanos, tanto practicarlos como observarlos, me simpatiza demasiado, me gusta ver las diversas ligas de soccer, la NFL, NBA y MLB, los abiertos de tenis, mundiales y juegos olímpicos.
Y los deportes se desarrollan en los estadios, aquellas estructuras diseñadas originalmente para observar altos niveles de profesionalismo en las competiciones deportivas.
También me encanta ir a la “iglesia” y a eventos cristianos, y hoy quiero comentar algunas similitudes o contrariedades que he encontrado de cosas que se dan en ambos lugares, pero el propósito es meditar en que cosas tu y yo debemos cambiar en nuestras congregaciones.
1. Contrariedad: La gente asiste a los estadios y se toma muy en serio un juego, la gente se congrega en iglesias y se toma a juego algo muy serio. De manera que hoy vemos gente dispuesta a morir por un equipo en un estadio pero no estoy seguro de que tanta pasión hay en las iglesias.
2. Similitud: las iglesias y los estadios se llenan más por la calidad de los espectáculos que por la fidelidad al equipo.
3. Contrariedad: existen seguidores de estadios que se saben alineaciones, intercambios y fechas importantes de sus equipos, los que se congregan, no siempre leen la biblia ni oran como se supone lo hacen los seguidores de Cristo.
4. Similitud: en ambos lugares se cuestiona e insulta la labor de los que supuestamente son de nuestro equipo.
5. Contrariedad: Cuando algunas cosas de la iglesia no le parecen (muchas veces cosas infantiles) se cambian de congregación o dejan de congregarse, la gente sigue fiel a su equipo de deportes en las buenas y en las malas.
6. Similitud: existe alabanza en ambos lugares.
7. Contrariedad: Cuando hay buenas adquisiciones en deportes de estadio se alegran, en la iglesia hay envidia.
8. Similitud: en tiempos importantes (finales, aniversarios) se llenan siempre.
9. Contrariedad: a veces en el estadio la gente se distrae hablando y por eso no ven los goles o buenas jugadas,… oh esta es similitud.
10. Similitud: poco se acuerda la gente de lo que sucedió los 90 minutos que se estuvo adentro sino de una o dos cosas.
11. Contrariedad: La gente asiste a la iglesia con camisas deportivas, pero no al estadio con camisas con mensaje de salvación.
12. Similitud: hay gente que dice que sigue a un equipo y realmente no, lo mismo pasa en la iglesia.
Insisto mi propósito es que meditemos, la pasión por Cristo es fruto de su obra en nuestras vidas, es inconcebible, que en los deportes (que no son malos en sí) la gente sea más fiel o apasionada que en la vida de iglesia, tampoco es concebible que veamos la iglesia como un estadio o cine con la diferencia de que no pagamos (la mayoría de veces al menos) por entrar.
Aquí menciono algunos versículos en los que podemos pensar, Deuteronomio 7:9, Hechos 4:12, Romanos 13:7, Gálatas 2:20, Filipenses 1:21, 2 Timoteo 2:13, Hebreos 10:25, Dios les bendiga.
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