En 1998 tuve la
oportunidad de viajar a Europa, y una de
las ciudades que más disfruté en muchos sentidos fue París, esa es una ciudad
admirable, con mucho arte, arquitectura e historia. Es casi imposible olvidar
mi caminata por los campos Elíseos, subir con mi papi al arco del triunfo,
andar por los pasillos del museo Louvre o del palacio de los inválidos,
contemplar la vida nocturna de París, pasear en el rio Sena, y subir a la torre
Eiffel diseñada por mi tocayo Gustavo Eiffel en 1889 para celebrar cien años de
la revolución Francesa.
Pero en medio de la
hermosa vista y todo lo impresionante que es este monumento (la torre) me lleve
una grata sorpresa que hizo brincar mi identidad como hondureño, resulta que en
el nivel más alto donde puede llegar el público están las distancias desde ese
punto hasta las capitales del mundo, y encontré la bandera de Honduras y la
distancia a mi ciudad natal la bella Tegucigalpa (no tengo el dato exacto pero
son 8800 km o un poco mas).
Pues me tomé la
foto, porque no podía evitar emocionarme de ver mi bandera en ese lugar,
alguien compatriota mío quizá no le preste importancia a este tipo de cosas, y
es que resulta que tristemente muchos hondureños solo medio son patriotas
cuando la selección de fútbol juega y gana, cuando pierde y en cualquier otro ámbito
pues no son muy hondureños.
Pero en mi caso, que incluso actualmente vivo
en México D. F. una gran y hermosa ciudad que pertenece un grandioso país sin duda, pero mi tierra y
mi país son altamente extrañados, y mi comida y tradiciones pues ahí están en
la misma lista de cosas que extraño.
La identidad de
Hondureño no se me quita, escucho mi himno y me da nostalgia, veo partidos o noticias
de mi país, veo fotos y videos y hay sentimientos que me señalan ese es mi país,
etc. No se trata de desenfocarme o darle más importancia de lo que merece,
simplemente es una identidad, me identifico como hondureño y me encanta serlo.
Así como muchos son
altamente identificados con sus nacionalidades, sus regiones, equipos de
deportes, grupo de amigos, grupos musicales, etc. Y hacen que se note comprando
camisetas o jerseys que los identifican, bajan imágenes en sus computadoras,
compran bufandas, chumpas o tazas con etiquetas que los identifican con lo que
les gusta.
Hace algunos años
un amigo dejaba de comer en la secundaria por ahorrar dinero y comprar un Cd de
su grupo favorito (creo que era Pearl Jam), y pues llegar a no comer sí que es
estar identificado con algo, en lo personal me parecía ridículo ese extremo y
hoy que lo veo lo sigo creyendo.
Ahora la pregunta
aquí es que es realmente la identidad. La segunda definición de este concepto según
el diccionario de la Real academia española dice que es Conjunto de rasgos propios de un
individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás, interesante,
la identidad es lo que nos marca de manera especial ante los otros individuos.
Olvidándonos un
poco de la identidad patriótica (sana o insana) y de la identidad con cosas que
normalmente no justifican pasiones locas, y comenzando a aterrizar en el punto
central de todo esto, pensemos en una verdadera identidad cristiana.
La Iglesia por su
naturaleza divina y por ser el cuerpo de Cristo naturalmente provee a sus
miembros rasgos que nos diferencian del resto de las personas (o debería), y un
creyente sin identidad de Cristiano simplemente no se le debe llamar cristiano.
Aunque no justifico
a las personas que se escudan en lo que ven en otros, es casi incontable la
cantidad de personas que dicen no querer acercarse a una iglesia porque ven que
ciertos cristianos son hipócritas o hacen cosas supuestamente indebidas, etc. Eso
demuestra que no todos los que se congregan son cristianos genuinos por el
simple hecho que no tienen una verdadera identidad de cristianos.
Así como un
ciudadano de cierto país no tiene identidad nacional mientras que otros sí,
lastimosamente las iglesias o congregaciones están llenas de gente sin
identidad, que no muestran los rasgos de ser verdaderos creyentes.
Debo ser muy
puntual aquí, asistir a una iglesia, tener información de Dios y saberse unos
cuantos versículos no te hace cristiano de la manera que estar un tiempo en un
restaurante no te hace silla o mesa. Haber nacido en una familia cristiana
tampoco te hace cristiano como haber nacido en una ambulancia no te hace
médico ni enfermera ni llanta de repuesto.
La identidad de un
verdadero cristiano se nota y lo hace ser diferente de manera que los demás lo
notan y Dios lo sabe, a Él no se le puede engañar. “No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen
fruto. Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos
de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. El hombre bueno, del buen
tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su
corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca”. Lucas
6:43-45
“No todo el que me dice: Señor,
Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día:
Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera
demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os
conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Mateo 7:21-23
Recalco, la actividad religiosa,
incluso las señales majestuosas no indican que seas cristiano, porque Dios
respalda su palabra y él hace milagros no uno, el pueblo de Israel vio grandes
milagros en Egipto y el desierto, pero solo gustaban las señales, pero Moisés buscaba
la presencia de Dios, por eso se le identifica como un gran profeta y líder como
habría después de Él, o sea las señales no identifican, la presencia sí.