Hace unos pocos días acompañé a mi prometida cerca de la plaza Coyoacán, ella y su papá acostumbran comer juntos cada jueves, y muchas veces nos vemos antes tomamos un café o té y la llevo al lugar donde se encuentra con su padre.
El jueves pasado regresé a mi casa caminando (sólo son como 10 minutos a pie) y pues caminar sólo para alguien tan auditivo como yo es toda una aventura. Me sucede una de dos cosas, o me abstraigo totalmente del mundo alrededor, y vengo orando, pensando o meditando, o por el contrario, vengo pendiente absolutamente de todo a mi alrededor.
Esa tarde venía atento a todo y de repente vi a una señora hablándole con cierta preocupación a su hija (supongo que era su hija) y le decía: "Como crees hija, tu debes saber que 6 x 6 son 32" (Léase con acento mexicano del DF) ante tal expresión, hice un esfuerzo sobrehumano para contener mi risa y esperé lo más que pude, como una cuadra después me reí descaradamente un rato, mientras seguía mi caminar rumbo a mi destino.
Hay muchas formas de divertirse con esa anécdota, como maestro de matemáticas es mucho más probable que me frustre antes que reírme, pero increíblemente esa plática entre una madre y su hija, me hizo ver con mucha claridad que las buenas intenciones nunca son suficientes.
Es muy probable que en la vida de Iglesia muchas personas han querido servir, enseñar, predicar y aconsejar a otros, y los deseos e intenciones son correctas, pero la pregunta clave aquí a considerar es que si una buena intención basta.
Un misionero se va de su país a servir en otro continente, atravesando barreras espirituales y culturales tremendas. Durante todo el tiempo que habite en dicho lugar no estará tan rodeado de creyentes como donde vivía antes, hablará un idioma diferente, comerá alimentos extraños a su paladar, su vestimenta cambiará drásticamente, su casa será de condiciones contrastantes a su morada previa.
Esa situación del misionero no puedo decir si es buena o mala, posiblemente en su país escuchó frases como, porque vas tan lejos si aquí en tu misma comunidad y dentro del mismo país hay mucha necesidad. Otros lo animaron y seguramente hasta ofrenda regularmente para que tenga los medios para vivir en el extranjero y servir con mayor libertad. Pregunto ¿quien está bien?
La respuesta es tan fácil como contestar cuanto es 6 x 6, lo que sucede es que hay gente con buenas intenciones que cree que 6 x 6 es 32 y no 36. Y antes de contestar porqué creo que la respuesta del misionero es muy sencilla quiero comentarte dos versículos.
Oseas 4:6 dice que por falta de conocimiento perece mi pueblo, lee en este Link muchas versiones del mismo pasaje, así te darás cuenta como es de grave no conocer a Dios. Dentro de las congregaciones hay muchas personas que hacen cosas bien intencionadas pero que reflejan que no conocen a Dios, por tanto es tan absurdo como decir que 6 x 6 es 32, debería saber que es 36 pero lo ignoran, así como ignoran mucho del carácter de Dios.
Mateo 7:21 dice que sólo los que hacen la voluntad del Padre entrarán en el reino de los cielos, y otro pasaje muy similar en Mateo 12:50 dice que sólo los que hacen la voluntad del Padre son familia de Dios. Este ayuda a ampliar nuestra visión de la respuesta.
El misionero debe saber si es la voluntad de Dios que se vaya a servir a otro país, si es así no importa la necesidad que haya en su contexto, no la puede negar, pero la voluntad de Dios para él no es servir en su propio país sino en el extranjero rompiendo barreras culturales y espirituales, porque Dios lo diseñó y sabe lo que va a desarrollar allá.
En caso de no saber si es la voluntad de Dios que se vaya, pues simplemente gastará mucho dinero y en poco tiempo regresará frustrado, pero tendrá muchos conocidos que dirán te dije que no te fueras. Como iglesia estamos llamados a conocer a Dios y hacer su voluntad, por tanto se vuelve práctico.
Dios te ha llamado de manera específica a cosas muy puntuales y te ha dotado con dones y talentos que edificaran a otros y ayudaran a extender el reino de Dios, a establecer esa iglesia pura, limpia, sin mancha ni arruga. Pero debes invertir tiempo en conocerle, leer su palabra, orar y de esa forma sabrás lo que corresponde hacer o no hacer. La necesidad o la buena intención humana no bastan, lo único que indica el camino a seguir de un miembro de la verdadera iglesia es la voluntad de Dios, te pregunto ¿Sabes cuál es la voluntad de Dios para tu vida? Yo no te puedo contestar, pero si te ayuda estoy seguro que de alguna forma tiene que ver con hacer algo, y debes empezar lo antes posible.