domingo, 7 de agosto de 2011

¿Quién quiere mangos?


Recuerdo claramente cuando estudiaba en la Happy Children’s House, ubicada en aquellos tiempos a lado de un supermercado donde actualmente hay un estacionamiento. En los recreos y a la hora de salda ocurría el fenómeno de compra de mango verde, obvio era en las afueras de la institución donde una señora (de las mismas que aparecen diversas esquinas de Tegucigalpa)  vendía los dichosos frutos cortados y condimentados con sal y pimienta.
A pesar de las diversas medidas de control que las autoridades de la escuela tomaban para que no compráramos mangos porque habían dudas (y con justa razón) de la salubridad de dichos mangos. Pero los diversos huecos en la maya ciclón alrededor o el simple de hecho de ya estar fuera de la escuela a la hora de salida no impidieron que muchos niños compraran mangos siempre, es increíble como el gusto por algo llevaba a una buena cantidad de niños a retar a los maestros solo por comer mangos.
Así que, por sus frutos los conoceréis lo dice la palabra en Mateo 7:20 ¿Qué hubiera sucedido si lo mangos no gustaran? Simplemente no habría necesidad de que los maestros intervinieran para que los niños no compraran mangos, pero cuando el fruto es bueno hay una lista de gente que quiere mangos.
Mi publicación anterior se llamaba “Los mangos del palo de mangos” y hablaba sobre que se espera de los cristianos, la analogía era que de un palo de mangos se esperan mangos. Hoy quiero mencionar quienes quieren disfrutar de los mangos, quienes esperan deleitarse con el fruto genuino de un hijo de Dios.
1.       El Mundo: El mundo entero, nuestra comunidad, amigos y vecinos, definitivamente, el mundo espera mucho de la iglesia, algún sector se ha cansado de ver que por mucho tiempo hemos invertido tiempo en actividades al interior de la iglesia olvidando que el fruto de amor al prójimo deberá mostrarse sinceramente a todo el que está alrededor de un creyente, abundan los testimonios de “hermanos” que sirven de mala excusa para que la gente diga que no irá a la iglesia para no ser como “ellos”.
El Mundo espera que la iglesia sea más como Cristo, y estoy seguro que ellos pueden comprar mangos, siempre y cuando estos tengan buen sabor. Saldrán de su rutina, de su ignorancia y buscaran mangos como sea, si no está sucediendo a nuestro alrededor piensa un poco en que mango estas ofreciendo.
2.       La Familia: Tu familia y mi familia necesitan disfrutar de una buena cantidad del fruto de amor de Cristo, es urgente que nuestra familia vea el fruto, cuando hacemos iglesia como Dios dice en su palabra, toda la bendición de la salvación llegara a nuestro hogar, como se le prometió también al carcelero de Filipos, “Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.” La salvación es fruto directo de la obra de Dios, por tanto recuerden que si alguien más quiere mangos, esa es nuestra familia.
3.       Dios: El es quien lanzó la semilla del evangelio, quien plantó la iglesia, el que creó todo con propósito, y es quien sabe que confiando en El, y viviendo en El, podemos llevar mucho fruto, es el principal expectante del fruto de la iglesia, creo que tu y yo podemos dar ese fruto para la gloria de Dios.
No te olvides de hacer iglesia hoy, Dios te bendiga.

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