Todos los varones (o casi) todos han tenido esta experiencia, uno está en una de las diversas faenas que mas disfrutamos que puede ser, viendo algún capítulo de la serie friends (que hemos visto mil y una veces y seguimos viendo), viendo alguna película por enésima vez, descansando en el sofá o la cama, leyendo un buen libro, o simplemente alimentándonos con una merienda no tan sana a veces, cuando de repente el grito ensordecedor de una madre angustiada se escucha por toda la casa, “GUSTAVO (o a veces mi segundo nombre, que tétrico verdad) VENI BAJAME ESA OLLA”, entonces toda la paz y magia del momento se pierde, y la obligación o disposición a colaborar se vuelve el principal motor de nuestra acción para bajar ollas que están en la parte superior de una lacena no diseñada para gente pequeña.
Siempre me pregunte ¿Cuántas veces me ha tocado bajar ollas desde lo alto del mobiliario de cocina?, pero en mi recuento son muchas menos veces las que me ha tocado subirlas, nunca sé exactamente como, pero las ollas regresan a la parte superior de donde solo los varones de la casa o los altos podemos lograr bajarla, y eso me lleva a preguntar ¿Quién la subió? O mas “creepy” aun ¿Cómo la subió? Y de no ser por las simples leyes físicas no me detendría a pensar de cómo a veces las cosas llegan un lugar del cual solo algunos con cualidades o las herramientas y equipo (escalera) específicos pueden movilizarlas.
Por gracioso o carente de importancia que la anécdota parezca, yo pregunté a mi madre como es posible que yo siempre baje las ollas, pero que muy pocas veces por no decir nunca las suba, a lo cual ella con toda sabiduría materna (y con cierto tono de enojo) respondió que ella podía subirlas y empujarlas con cucharones, pero que para bajarlas ocupaba más fuerza y que “PARA ESO HAY HOMBRES EN LA CASA”. Después de la regañada y gran sacrificio en mi investigación para esta publicación, obtuve lo que esperaba, un mensaje, ya que la inspiración para estudiar la palabra puede venir de diversos medios, en este caso del proceso de bajar ollas.
Obvio el fundamento del mensaje es la palabra pero la ilustración servirá para aclarar cosas, la palabra dice en Romanos 11:29 que los dones y el llamamiento son irrevocables, y este versículo no puede tomarse al azar, ni es una justificación aria para creerse superior, ya que todo el pasaje puntualmente sobre el llamado, la salvación y la gracia, aclara que la salvación es por gracia, o sea no depende de nosotros, y menciona como Dios en sus propósitos maravillosos pudo utilizara ramas injertadas (nosotros los gentiles) para llevar fruto, o sea que no se nos suban los humos, y siempre en la misma línea de aclaraciones manifiesta el verso 29 antes mencionado.
Resalto de nuevo el punto de no creernos superiores, pero sí de estar capacitados y llamados para grandes cosas, es ahí donde mi loca pregunta tiene sentido, hay cosas en la iglesia están en lugares que no deberían, y hay personas llamadas a lograr que esto sea funcional, efectivo, y fructífero.
Creo que las ollas deben limpiarse y guardarse, pero ahí no son funcionales, las ollas se diseñaron para preparar, cocinar y conservar los alimentos, eso tiene que estar claro, el ministerio de la iglesia es para salvación de almas, edificación y discipulado de almas, preparación de servidores del Reino, y se vuelve un ciclo, que mientras más se repita de manera correcta, más funcional y fructífero es.
Piensa en un momento en que cosas no están del todo bien en tu iglesia, y en cuales de esas puedes colaborar directamente, existe gente que está llamada a enseñar (por eso no toleran una mala clase o predica) otros llamados al ministerio musical (ellos sufren cuando el tecladista se pierde o la cantante hace que se fracturen los 4 huesecillos del oído), y así puedo continuar con los ejemplos de iglesia local, pero es ahí donde de repente Dios te llama, y te toca bajar la olla.
A nivel general, debemos evangelizar mas, y nos toca bajar la olla, si entendemos los tiempos, este no es tiempo de preguntarnos quien subió la olla, no nos corresponde preguntar porque las cosas están como están (abra tiempo para meditar en ello y no volver a cometer los mismos errores), actualmente estamos en el tiempo en que todos debemos movilizarnos y hacer que todas las ollas o estén preparando alimentos, o cocinando, o conservando los alimentos. Es tiempo que alguien grite GUSTAVO, JUAN, ANA, BLANCA, ETC. BAJAME ESA OLLA.
Es urgente que sepamos que somos llamados a cosas generales como iglesia (evangelizar y discipular) pero a la vez a cosas especificas donde Dios te dice hoy es tiempo de actuar, es tiempo de hacer, y no te olvides de orar en el proceso, necesitamos que la iglesia (tu y yo) hagamos lo que se supone que debemos estar haciendo, yo estoy dispuesto ¿y tú?