"Que ordinario sos" es la frase famoso de mi tía, cuando alguien en presencia de ella dice alguna broma, o sarcasmo. Teóricamente esa palabra no es ofensiva, pero en el contexto que se usa, te está insinuando que no seas común y corriente, o no seas corriente dirían en México.
El punto es que la gente ordinaria, común y corriente abunda en todas partes, en la mayoría de los casos son personas que no viven sino que sobreviven, aparentemente se congregan, pero en sus mentes y corazones no se ha manifestado ni revelado la genuina presencia de Dios.
Alrededor de la cruz mucha gente ordinaria pasó, muchos quizás gritaron que crucificaran a Jesús y vieron su trayecto hasta el Gólgota y estuvieron minutos y hasta con cierto morbo mas que curiosidad esperando la muerte de Jesús, muchos otros vieron el tumulto medio se informaron de lo que sucedía y siguieron sus vidas con su agenda ocupada.
Otros pasaron y voltearon a ver la cruz, y consideraron que se trataba de un delincuente común (el que es común cree que todos son comunes) que de seguro merecía ese castigo, y otros pasaron frente a la cruz y ni siquiera voltearon a ver.
Me sorprende pensar en esta realidad, frente a la sociedad de Jerusalén ocurría uno de los mayores eventos en la historia humana (a mi criterio el segundo en relevancia después de la resurrección) y en vez de postrarse a adorar, o tratar de entender que hacía Dios encarnado en esa cruz, simplemente pasaron de lejos y se convierten en gente común y ordinaria.
Es increíble como hoy en día esto sigue siendo tan real, este grupo alrededor de la cruz es sin duda el mas numeroso, muchos van a las iglesias a curiosear, a medio intentar ver que pasa, que sucede, que hay, pero realmente no les interesa involucrarse, y ven a Cristo de lejos.
Muchos otros de manera simple, solo se congregan dos o tres veces al año, porque su agenda ocupada de trabajo, horarios de transporte y muchas otras razones les quitan el tiempo y como personas comunes ni se excusan siempre.
Cuantos quizás creen ser iglesia y solo asisten a hacer bulto y si por alguna razón salen, son un mar de críticas que lanzan una serie de latigazos y aguijones venenosos contra las congregaciones, no muy diferentes de la multitud común que gritó crucifiquen a Jesús y liberen a Barrabás.
La gente ordinaria, es eso, personas que están cerca de los eventos mas grandioso de Cristo revelándose a su iglesia y pasan de lado, es triste, pero cierto. Dios no quiere que sus congregaciones estén llenas de gente ordinaria, es más si crees estar en esa condición es tiempo de arrepentirse y encaminarte correctamente.
Si crees que es correcto medio estar en la congregación, y no involucrarte con sinceridad en tu vida personal y en el servicio a Dios, permite que te demuestre algo con la palabra, primero: "y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado" dice Santiago 4:17. Segundo: "Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. !!Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca." dice Apocalipsis 3:15 y 16.
Los versículos anteriores no ocupan mayor explicación, pero se refieren a una actitud ordinaria ante el llamado de Dios, y en respuesta a ellos debemos arrepentirnos y el Fiel y justo nos perdona, hermanos no seamos ordinarios, seamos iglesia y lo demostraremos con hechos.
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