Recuerdo que en mi infancia no utilizábamos los CD (y sobreviviamos), los equipos de sonido tenían tocadiscos y corrían casetes de audio, además aquellos famosos discos de acetato venían en dos tamaños, y recuerdo en particular el disco pequeño cuya capacidad eran dos canciones (una de cada lado), en un disco teníamos la famosa canción del grupo opus “Live is life” que fue un éxito rotundo en 1985, pero mis padres compraron el famoso disco hasta finales de la década, y eventualmente escuchábamos dicho disco en mi casa.
No haré una escala de valores de la canción, ni del grupo que la ejecutaba, sino que el tema "pegó", al punto que la canción siempre me agradó y hoy que la menciono me parece que es válido meditar un poco sobre nuestra percepción de la vida.
La vida es un concepto amplio, bueno aun decir concepto, podría parecer corto, deberiamos hablar de el milagro de la vida y es que la procedencia de la vida es Dios mismo, Génesis 2:7 dice “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.” Aclarando ese punto compartamos sobre lo que implica dar la vida (Juan 10:10).
La Iglesia (o sea tu y yo) creo que hemos mal entendido el término que involucra estar dispuestos a dar la vida, hablaré primero de un enfoque de lo que hizo Jesús y luego de los que corresponde a cada uno de nosotros.
Algún sector ha transmitido la idea de que Jesús fue un tipo suicida que vino a la tierra a morir por nosotros, nunca he compartido esa teoría, el ministerio de Jesús fue de vida no de muerte, Que clase de locos seriamos siguiendo a un tipo que vino a morir, los miembros de la iglesia creemos en que Dios se humanó para vivir entre nosotros y proveernos el paso a una mejor vida terrenal y trascender a través de él hacia una vida eterna.
Como parte del proceso de vida y para realizar el sacrificio para perdón de pecados si fue necesaria su muerte, pero para consumar la vida fue necesaria su resurrección, es entonces donde queda claro que el vino a vivir y a dar vida (no muerte)
Enfatizo el punto que no seguimos a un suicida que vino a morir, seguimos a un dios que decidió enseñarnos a vivir, viviendo el mismo y en Juan 14:6 el se presenta como la vida, no como la muerte.
Luego respecto a nosotros tenemos que entender que el cristianismo genuino se trata de vivir, cuando alguien expresa un sentir de entregar su vida a Cristo o estar dispuesto a vivir por Cristo, no se trata de insinuar un “moriré predicando”, esa frase significa voy a vivir como Hijo de Dios, no está en discusión que muchos mártires en la historia han sufrido y muerto en la ardua labor de transmitir el evangelio y su obra ha sido honrada como dice la palabra en Romanos 13:7, a su vez muchas personas han servido por años y largas vidas enseñando, predicando, honrando, negándose, etc. Estos son ejemplos de vida.
Todos los siervos de la iglesia que se nos han adelantado en la ruta a la eternidad no son recordados por que murieron, sino por lo que hicieron en vida, y pensar en que la vida es vivir no suena tan descabellado si lo pensamos así.
Si me tocara morir en el proceso de hacer iglesia claro que estoy dispuesto a hacerlo, pero entiendo muy claramente que dar mi vida es precisamente eso, vivir en el ministerio que Dios me llamó (enseñar).
Entonces si vivimos es por él y para él, no seamos fatalistas y pensemos que nunca vamos a morir, ya que cuando eso ocurra nuestros planes terrestres dejaran de importar, mientras llegue el día vivamos haciendo iglesia.
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