Una enfermedad que penetra hasta destruir la bondad de un grupo de hermanos, una especie de carcoma que con apariencia de santo es capaz de asesinar a sangre fría, es un personaje que se vuelve tan dañino y destructor peor que los malignos villanos revelados al final de una historia en que aparentemente eran buenos (y hasta queríamos).
El legalismo es una de las armas del enemigo que más utilizan los “cristianos”, este blog se trata sobre cómo hacer iglesia, pero si tratara de lo opuesto cada 2 publicaciones serían sobre cómo aplicar legalismo en cada ministerio.
Hoy en la clase de escuela dominical cuando hablábamos de legalismo, se desbordó el tema y había mucho que decir al respecto, todos estamos conscientes del mal que las reglas humanas no bíblicas han traído a la iglesia, lo más dramático es que posiblemente todos somos víctimas de ciertos niveles de legalismo.
Cuando la visión de iglesia está clara no caben las reglas humanas, cuando no se expresa la sencillez y veracidad que leemos en “Colosenses 2: 8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. 9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, …16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, 17 todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.” Las consecuencias son fatales.
Reconozco temas difíciles cuando de verdad lo son, y sé que cada uno de ustedes amigos lo puede reconocer, pero si la Biblia es tan clara me pregunto ¿Por qué nos perdemos en algo tan simple? En Cristo estamos completos y somos plenos, porque queremos agregar reglas y praxis “cristianas” que no edifican, porque juzgamos y matamos a nuestros hermanos, yo creo que le facilitamos el trabajo a Satanás cuando el legalismo está en nuestra mente.
El exceso no es otra cosa que religiosidad, el problema es que cuando somos legalistas no vemos a Dios o peor aun nos convertimos en especies de “dioses” juzgando y señalando todo.
No se vale señalar este mal sin proponer ideas, yo digo dos cosas:
1. Debemos aprender a vivir plenamente en Cristo, de esa forma no buscaremos formulas raras y místicas para acercarnos a aquel que se acercó primero y solo necesita que lo reconozcas tal y como eres y donde estés, Dios está tan cerca que a veces no nos percatamos de su presencia y por cierto no ocupamos nada más que eso (su presencia), el lo llena todo en todo.
2. Evitemos todo tipo de legalismo, procurando el bienestar y no el juicio de los hermanos, hay procedimientos bíblicos para señalar el pecado, y si un siervo peca, no estemos listos a sugerir que lo sienten, sino estamos listos a orar con y por él, ya que el problema no es que un músico peque, sino que mi hermano esta débil y en pecado, por tanto el que se siente fuerte apoye al débil.
No olvidemos que el legalismo no agrada a Dios, si quieres hacer iglesia utiliza un repelente en contra del legalismo, y si tienes un ramalazo de eso, cuidado es sumamente contagioso, sólo Cristo te puede liberar de eso. Dios te bendiga.
MEGA LIKEEE.. Me encantó esta frase:el problema no es que un músico peque, sino que mi hermano esta débil y en pecado, por tanto el que se siente fuerte apoye al débil. Me hizo pensar mucho :)
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