
Este día me sucedieron un par de eventos que lograron bajar mis ánimos y permitieron que el mal humor fuese parte de esa noche en mi vida, a pesar de la compañía que no podía ser mejor y otra serie de situaciones positivas alrededor de esto, aquellas circunstancias me tenían mal emocionalmente.
Durante el show, pues la adrenalina y la buena música con mensaje positivo permitieron cierta distracción en mí, pero al terminar el recital, de nuevo el ánimo comenzó a decaer como la espuma de un refresco de cola se disipa después de segundos de haberse servido. De repente me encontré meditando y orando en aquellas gradas mientras los más agilizados espectadores iban saliendo a toda velocidad del sector de gradería del estadio.
Mi oración estaba basada en una autocrítica, presentándome ante Dios, exponiendo que las situaciones adversas no deberían bajar mi estado de ánimo, que no era posible que un par de circunstancias (no agradables por cierto) no deberían preocuparme, y que en mi humanidad me perdonara, pero que me permitiera subir mis ánimos cuanto antes.
Fue entonces cuando observé un par de ex compañeras de secundaria, una de ellas ya me había saludado antes del concierto, y me acerqué a platicar, fue justo a la que no había visto previo al evento la que se alegró mas, y al verme dijo: “No puedo creerlo, mi compañero el alumno estrella (en eso volteó a ver a un joven que estaba cerca), mire amor él fue mi compañero desde Kinder, el es Gustavo Roura y fue el alumno estrella de mi curso” luego nos presentamos, conversamos un rato, y ellos se fueron, luego regresé con otros ánimos donde mis acompañantes al concierto.

Aclaro que en efecto en secundaria fui un buen estudiante, seria falta de humildad si yo exagerara las cosas, pero no es así, en efecto fui el mejor estudiante de todo el colegio mientras estudie en el cerro de plata los 5 años, obtuve premios en la alcaldía en un par de ocasiones, y el día de mi graduación tuve el honor de compartir el discurso de parte de los alumnos y me llevé todos los diplomas, etc. En la universidad siempre obtuve un buen promedio, y gracias a Dios mucho mejor fue el promedio a nivel de maestría. La gente que me conoce de cerca argumenta que en efecto fui o soy un “alumno estrella”.
Al final estoy convencido que no son las calificaciones sino las decisiones y acciones las que permiten que uno trascienda en lo que emprende, pero ¿porque me inspiró tanto la frase de mi ex compañera? Porqué al pedirle a Dios que me sacase de un bache emocional utilizó una compañera que no es hermana en la fe y que resaltó un logro de mi vida que no es del todo relevante, pero que si logró subir mis ánimos.
La respuesta si tiene que ver con todos los que queremos lograr hacer iglesia de manera objetiva y eficiente. Dios sabe todas las cosas, como lo reconoce Pedro en Juan 21:17, y sabe que no somos perfectos, por tanto no podemos exigirnos perfección, Dios nos va perfeccionando en el camino, y día a día debemos ir muriendo a nuestra carne, pero lastimosamente tenemos alma y cuerpo no somos sólo espíritu, por tanto diversas situaciones no agradables van a afectar las emociones.
Consideraré Mateo 7 para ejemplificar, y este dice: “24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.” Está claro que la persona que edifica sobre la roca, no cae, pero no está exento de problemas, y las tormentas o brisas de la vida pegan duro, con la diferencia que el que está en Cristo está sólido.
Si hay algo que inmediatamente se ve afectado con las circunstancias de la vida, es el estado de ánimo y todos los aspectos que tienen que ver con el auto estima, que los psicólogos pueden entender y explicar muy bien, y hay muchos aspectos que influyen en esto, el ambiente social, familiar, escolar, la edad de los padres cuando nacimos, si uno era deseado o no, si lo abrazaron de niño o no, etc. Y para que Dios nos use en evangelización y discipulado, es vital tener una estima sana, recalcó Dios lo sabe todo, y en su palabra podemos leer varios personajes cuya salud emocional no estaba bien, y antes de poderlos utilizar, sanó su alma.
Leamos la historia del llamado de Gedeón (uno de mis personajes favoritos), la narración esta en Jueces 6, un país entero que llegó a un extremo de vivir en cuevas, su moral y estima están por el suelo, pero cuando Dios le habla a Gedeón le dice Jehová está contigo, varón esforzado y valiente (Jehová está contigo alumno estrella). El punto interesante es que Gedeón nunca había hecho nada, y lo primero que ejecutó tuvo miedo de hacerlo de día, está claro que el hombre tiene problemas de seguridad, pero Dios lo sana, le sigue diciendo varón esforzado, le da las confirmaciones que necesita, y después esta tan lleno de valor que aceptó reducir el ejercito de 32,000 a 300 sin dudar, y logra la victoria. Por eso es tan importante estar con la estima correcta, por eso Dios sana nuestro interior primero y luego el accionar.
Insisto ejemplos abundan, Moisés dudando de su capacidad de hablar, David siendo excluido de la elección del próximo rey, Zaqueo siguiendo a Jesús desde un árbol, a todos Dios los sanó en su corazón y luego sus acciones siguen siendo inspiración a cientos de sermones que edifican y salvan hoy en día. Para hacer iglesia, necesitamos una estima sana.
No estoy diciendo que nos volvamos arrogantes, ni tampoco que estemos 5 años en sanidad interior, me refiero a reaccionar ante las palabras, promesas y profecías de fe y ánimos que Dios no da, y al impacto que un miembro de la iglesia con sanidad emocional puede logar, esto se debe estar notando, es digno de ser recordado, no es uno más del montón.
Pensar que con la simple expresión “el alumno estrella” dicha al final de un concierto mi ánimo subió una noche, que tal cuando Dios te dice “Hijo mío”.
Si hay algo que inmediatamente se ve afectado con las circunstancias de la vida, es el estado de ánimo y todos los aspectos que tienen que ver con el auto estima, que los psicólogos pueden entender y explicar muy bien, y hay muchos aspectos que influyen en esto, el ambiente social, familiar, escolar, la edad de los padres cuando nacimos, si uno era deseado o no, si lo abrazaron de niño o no, etc. Y para que Dios nos use en evangelización y discipulado, es vital tener una estima sana, recalcó Dios lo sabe todo, y en su palabra podemos leer varios personajes cuya salud emocional no estaba bien, y antes de poderlos utilizar, sanó su alma.
Leamos la historia del llamado de Gedeón (uno de mis personajes favoritos), la narración esta en Jueces 6, un país entero que llegó a un extremo de vivir en cuevas, su moral y estima están por el suelo, pero cuando Dios le habla a Gedeón le dice Jehová está contigo, varón esforzado y valiente (Jehová está contigo alumno estrella). El punto interesante es que Gedeón nunca había hecho nada, y lo primero que ejecutó tuvo miedo de hacerlo de día, está claro que el hombre tiene problemas de seguridad, pero Dios lo sana, le sigue diciendo varón esforzado, le da las confirmaciones que necesita, y después esta tan lleno de valor que aceptó reducir el ejercito de 32,000 a 300 sin dudar, y logra la victoria. Por eso es tan importante estar con la estima correcta, por eso Dios sana nuestro interior primero y luego el accionar.
Insisto ejemplos abundan, Moisés dudando de su capacidad de hablar, David siendo excluido de la elección del próximo rey, Zaqueo siguiendo a Jesús desde un árbol, a todos Dios los sanó en su corazón y luego sus acciones siguen siendo inspiración a cientos de sermones que edifican y salvan hoy en día. Para hacer iglesia, necesitamos una estima sana.
No estoy diciendo que nos volvamos arrogantes, ni tampoco que estemos 5 años en sanidad interior, me refiero a reaccionar ante las palabras, promesas y profecías de fe y ánimos que Dios no da, y al impacto que un miembro de la iglesia con sanidad emocional puede logar, esto se debe estar notando, es digno de ser recordado, no es uno más del montón.
Pensar que con la simple expresión “el alumno estrella” dicha al final de un concierto mi ánimo subió una noche, que tal cuando Dios te dice “Hijo mío”.
este fue el que compartio en clase...
ResponderEliminarm encantó el mensaje.. :)
Si, Dios me habló fuerte ese día, por eso lo compartí con II B
ResponderEliminar:O Impresionante... ;)
ResponderEliminarY sii...el problema es que a veces nos volvemos sordos ante la voz de Dios :/
Profesor Roura!! que mensaje!!! Dios hablan por medio de usted!!! =) Att: Rosales xD (a ver si sabe quien soy)
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