La vieja historia cuenta la realidad de dos vendedores ambulantes de zapatos, ambos tenían un negocio decente y visitaban diversos poblados para obtener sus ganancias, el primero en llegar a un pueblo donde nadie tenía zapatos pensó: “qué barbaridad, en este condenado pueblo todos andan descalzos, nadie me va a comprar ni un zapato” mas tardó en pensar eso, y no consideró ni siquiera ofrecer el producto que de todas formas no le comprarían, y se fue temprano para ir a otro poblado donde la gente si conociera los zapatos y los adquirieran.
El segundo vendedor llegó al pueblo de los descalzos y pensó: “Excelente, grandioso, aquí nadie tiene zapatos o sea que todos me van a comprar uno o más pares” y por supuesto que vendió mucho en aquel poblado, y estuvo ahí varias semanas, y obtuvo una buena cantidad de ganancias.
Dos actitudes diferentes ante un mismo problema, de más estaría explicar quien tuvo la actitud de ganador.
El segundo día del campamento el juego de la vida se llamó Actitud de ganador, tuvimos la oportunidad de escuchar un devocional sobre Daniel 1 impartido por mi alumno Abner Linares, luego dos charlas sobre los jueces Gedeón y Jefte, y sobre efesios 6:11 en adelante por mi amiga Alexa Madrid, la fogata sobre la vida de Pablo la impartió mi gran amigo César Benítez. Todos los personajes tratados vivieron adversidades, y Dios de su lado les hizo imponerse ante esta, lo primero que Dios trató en ellos fue su autoestima y les hizo ganadores, Daniel fue 10 veces mejor, y los demás superaron etapas difíciles y complejas en sus vidas.
Aunque no se habló durante el campamento sobre Moisés, su vida está descrita principalmente en el libro de Éxodo, sin duda en el vemos una actitud de ganador, primero era un esclavo que vivía en el palacio (Dios le dio mentalidad de Príncipe y no de esclavo) luego pasó de príncipe a asesino, luego a convicto y luego pastor de ovejas (parece un gran ganador verdad, léase sarcásticamente).
Después de tanta lucha y adversidad, Dios lo llama, y aunque el relato de Éxodo 3 está lleno de excusas y pedido de confirmaciones, Moisés decide dejar el exilio y hacer lo que Dios quiere, y es entonces cuando se convierte en el gran triunfador que todos los que fuimos a la iglesia de niños dibujamos o pintamos abriendo el mar rojo.
Volviendo al famoso segundo libro de la Biblia, Dios le pregunta a Moisés en 4:2 sobre ¿Que es lo que tiene en la mano? A lo que respondió una vara, y luego todos sabemos que esa vara es recurrentemente usada para milagros y prodigios en la historia judía del Éxodo.
Dios usa de su Iglesia los recursos que actualmente tiene, lo que ocupamos primero es el Poder y presencia de El Señor, eso está al alcance de la fe y la oración, también ocupamos la palabra que nos oriente, con eso se genera una actitud de ganador como la que podemos leer en Romanos 8, lo que sucede es que ambos deben estar de la mano para pensar como reyes y no como esclavos. Sin olvidar que los recursos que tenemos hoy son suficientemente poderosos cuando Dios los utiliza.
La iglesia hermanos está con un propósito establecido para estos tiempos, y no podemos ver el mundo como el lugar perdido que aparenta ser y alejarnos, al contrario la actitud de ganador y utilizando esa vara, es el lugar óptimo para vender los sombreros que tenemos.
O sea la actitud de ganador nos hace concentrarnos cada día en depender de Dios para testificar y evangelizar al mundo necesitado, si te quieres unir comienza ya, con lo que tienes ya, las excusas de edad y falta de ciertas cosas, no le fueron aceptadas a Moisés, El Padre sanó esa incredulidad y lo convirtió en un gran ganador, por cierto el trato contigo y conmigo no es muy diferente, así que manos a la obra ganadores.
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